Divino Jesús Nazareno, esta noche quisiera darte las gracias por haberme siempre acompañado en mi vida, en los momentos felices y en los menos buenos. Siempre que he tenido que caminar, por senderos muy duros, allí estabas levantando mi pié de la caída, mi alma del vacío. Quisiera pedirte que me ayudes en el trabajo que tengo entre manos, que me acompañes en las dificultades de este caminar, y que todo lo que hago sea siempre y solo siempre para tu gloria y la de mis hermanos en al fe. Gracias de corazón