DÍA SEXTO
Por la señal de la Santa Cruz…
Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser vos quien sois me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda y nunca más pecar; y espero que, por vuestro infinito amor, me daréis la gracia para que así lo haga.
Amén.
Oración para todos los días
¡Jesús Nazareno, divino Redentor!
Postrado a tus pies, venero tu pasión y esa tu imagen, y te doy gracias por haber permitido que te atasen las manos para llevarte al sacrificio; que te coronasen de espinas, ofreciéndonos de tus heridas fuentes inagotables de consuelo; y que, después de haber sido flagelado y despreciado por tu pueblo, te cargaran la cruz a cuestas y te condujesen al suplicio. Por estas penas y dolores, te ruego, Señor, me concedas una fe viva para reconocerte como mi Dios, una esperanza firme, apoyada sólo en ti, y una caridad verdadera, con que te ame sobre todas las cosas, y ame a mis prójimos, viéndote en ellos a ti. Te lo pido, Señor, Jesús, que vives y reinas von el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura del Evangelio según S. Marcos (Mc 15, 21-32)
<<Pasaba por allí de vuelta del campo un tal Simón de Cirene, padre de Alejandro y Rufo, y lo forzaron a cargar con la cruz. Lo condujeron al Gólgota, que significa “lugar de la calavera”. Le ofrecieron vino con mirra, pero él no lo tomó. Lo crucificaron y se repartieron su ropa, echando a suertes lo que le tocara a cada uno. Eran las nueve cuando lo crucificaron. La causa de la condena, en la inscripción, decía: El Rey de los Judíos. Con él crucificaron a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban, lo insultaban, meneando la cabeza, y diciendo: -El que derriba el templo y lo reconstruye en tres días, que se salve, bajando de la cruz. A su vez los Sumos sacerdotes, burlándose, comentaban con los letrados: Ha salvado a otros y él no se puede salvar. El Mesías, el Rey Israel, baje de la cruz, para que lo veamos y creamos. Los que estaban crucificados con él lo injuriaban>>.
Palabra de Dios
Oración para el día 6º
¡Divino Salvador, que buscaste la redención del mundo, atribulado por las espinas con que ultrajaron tu cabeza! Por los sufrimientos que provocaron en ti esas heridas, te suplico no permitas que con mis malos pensamientos te vuelva a coronar de espinas y a renovar tus dolores y afrentas. Concédeme, dulce Jesús mío, esta gracia, y lo que te pido en esta novena, si conviene para gloria tuya y salvación de mi alma. Amén.
Petición, jaculatorias y padrenuestros
_ Hágase la petición que se desee alcanzar.
_ Dígase ahora tres veces: Dulcísimo Jesús de mi vida, contra ti pequé, ten piedad y misericordia de mí.
_ Récese un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Oración final
Amado Jesús, que quisiste entregarte por mí, enseñándome con este ejemplo a dominar mis sentidos, para amarte más y servirte mejor. Te ruego que, si hasta aquí no te he agradecido suficientemente los beneficios que me has hecho, muevas mi corazón al arrepentimiento y perdones mis pecados, por tu divina gracia, alcance una buena muerte y sea feliz por siempre contigo en la gloria celestial. Amén.