LA IMAGEN DEL NAZARENO Y SU SENTIDO HOY COMO AYER

Hoy como ayer: La imagen nos lleva a la Palabra y a la Vida, Evangelio y Eucaristía

El Nazareno y su manifestación es fuente de vida, de curación y de esperanza. La palabra de Dios se define como Buena Noticia, y esa Palabra que toma carne es a su vez remanso de paz y de vida para todo el que la venera.
La Pasión de Jesús Nazareno es salvación para el hombre. La fortaleza del hombre para afrontar el duro camino de la vida se plasma en la Eucaristía. En la Eucaristía los seres humanos participamos del Misterio de Jesús, comemos su cuerpo y bebemos su sangre, alimentos de vida eterna.
La experiencia religiosa en torno a la imagen de Jesús Nazareno la vivimos dentro de la Iglesia de Cristo, la misma que ha partido del madero de la Cruz, y que se ha vivificado y crecido fortalecida por la sangre de los mártires. Y es la misma Iglesia que celebra los misterios de la fe por medio de los sacramentos en el seno de las comunidades eclesiales presididas por un ministro de la Iglesia. 
En esta comunidad eclesial, María aparece como figura central al lado de su hijo Jesús Nazareno, por ello la piedad mariana del Rosario ocupa un puesto central en la celebración de la Novena.
La muerte está presente en toda celebración de Jesús Nazareno en A Pobra do Caramiñal, sin embargo, esta muerte ya no tiene cabida dada la realidad de la nueva vida; esta nueva vida se manifiesta por la Palabra y por los Sacramentos que experimentamos en las celebraciones a Jesús Nazareno. Por su pasión y muerte ha venido la redención de la Humanidad, y por la Resurrección, el fin del señorío de la muerte en el mundo.

Xoán Manuel Neira Pérez

Teólogo