DÍA CUARTO

Por la señal de la Santa Cruz…

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser vos quien sois me pesa de haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda y nunca más pecar; y espero que, por vuestro infinito amor, me daréis la gracia para que así lo haga.
Amén.

Oración para todos los días

¡Jesús Nazareno, divino Redentor!
Postrado a tus pies, venero tu pasión y esa tu imagen, y te doy gracias por haber permitido que te atasen las manos para llevarte al sacrificio; que te coronasen de espinas, ofreciéndonos de tus heridas fuentes inagotables de consuelo; y que, después de haber sido flagelado y despreciado por tu pueblo, te cargaran la cruz a cuestas y te condujesen al suplicio. Por estas penas y dolores, te ruego, Señor, me concedas una fe viva para reconocerte como mi Dios, una esperanza firme, apoyada sólo en ti, y una caridad verdadera, con que te ame sobre todas las cosas, y ame a mis prójimos, viéndote en ellos a ti. Te lo pido, Señor, Jesús, que vives y reinas von el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Lectura del Evangelio según S.Marcos (Mc 15, 16-20)

<<Los soldados se lo llevaron dentro del palacio, el pretorio, y convocaron toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, trenzaron una corona de espinos y se la colocaron. Y se pusieron a hacerle el saludo: ¡Salve, rey de los judíos! Le golpeaban con la caña la cabeza, le escupían, y, doblando la rodilla, le rendían homenaje. Terminada la burla, le quitaron la púrpura, le vistieron sus vestidos y lo sacaron para crucificarlo>>.
Palabra de Dios

Oración para el día 4º

¡Rey de cielos y tierra, que por mi amor soportaste la corona de espinas, para que el hombre sujeto a las espinas y los abrojos de la tierra lograse liberarse de las angustias del mundo y acceder a la gloria eterna! Te ruego, Señor, me asistas, para que me vea libre de torpes pensamientos, y así, amándote a ti y al prójimo, consiga permanecer en tu gracia y alcanzar con tu ayuda lo que te pido en esta novena, si conviene para tu gloria y para la salvación de mi alma. Amén.

 

Petición, jaculatorias y padrenuestros

_ Hágase la petición que se desee alcanzar.
_ Dígase ahora tres veces: Dulcísimo Jesús de mi vida, contra ti pequé, ten piedad y misericordia de mí.
_ Récese un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Oración final

Amado Jesús, que quisiste entregarte por mí, enseñándome con este ejemplo a dominar mis sentidos, para amarte más y servirte mejor. Te ruego que, si hasta aquí no te he agradecido suficientemente los beneficios que me has hecho, muevas mi corazón al arrepentimiento y perdones mis pecados, por tu divina gracia, alcance una buena muerte y sea feliz por siempre contigo en la gloria celestial.  Amén.